IMV Una carta insólita

 



Una carta insólita

Una ex-perceptora del Ingreso Mínimo Vital recibe una notificación: 

“Se le mantiene la prestación… cobrando 0 €”.
 Sí, has oído bien: **cobrando cero euros.** 

Es decir, sigues en las listas, eres oficialmente “beneficiaria”,
pero no ves ni un céntimo. 

Eso sí, el Complemento a la Infancia te lo dejamos, 
porque así las estadísticas quedan más bonitas. 

¿Y cuál es el crimen? 

Que su hijo, mayor de edad, trabaja algunos fines de semana
para poder pagarse la universidad. 

No para vivir a todo lujo, no. 
Solo para estudiar y tener un futuro. 

Pero claro, el Ingreso Mínimo Vital es eso:
 “mínimo” para que no te mueras de hambre,
 pero “vital”… solo para las cifras del Gobierno.

 Si intentas salir del agujero, si trabajas un poco, 
si buscas un poco más de dignidad…

 ¡zapatazo que te llevas!

 Y así nos tienen: los que trabajan sin trabajar
 y los que cobramos prestaciones sin cobrar.   

  Este es el verdadero milagro del Ingreso Mínimo Vital. 
Un sistema que te mantiene vivo… pero solo para contarte en las estadísticas.  


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