Desde aquí, envío un abrazo y mucha fuerza para las personas damnificadas por la Dana en Valencia. También expresar mi más sentido pésame a las familias que han perdido un ser querido en tal devastadora tragedia.
Soy de La Palma. He vivido muy de cerca una de las peores catástrofes de nuestra historia, como ha sido el tema del Volcán.
Un desastre natural es impredecible. Todos sabemos que algo va a pasar, pero nadie conoce las coordendas exactas en las que tendrá lugar el suceso.
La diferencia entre Valencia y La Palma es que al menos, en La Palma, si que hubo coordinación desde el minuto cero, por esta razón, no tenemos que lamentar víctimas mortales que, de no haber actuado a tiempo, podrían haber sido muchas.
Ante un suceso repentino, creo que, el ser humano, por instinto, intenta ponerse a salvo y ayudar a los demás. Casas, coches, enseres, recuerdos y personas desaparecen en minutos de caos y todo termina con un paisaje desvastador. Son momentos de angustia, terror, llanto y desolación.
Después empiezan a llegar las primeras ayudas: alimentos, ropa, enseres, refugio, donaciones... y el bendito apoyo del voluntariado y del ejército.
Algunas instituciones comenzarán a dar muestras de flexibilidad como puede ser la suspensión de pagos de los contribuyentes. O que no te cobren la factura de la electricidad o del teléfono durante unos meses e incluso poner transporte público gratuito. Habrá políticos que vendrán prometiendo ayudas económicas (que nunca llegan) para reconstruir las zonas afectadas y en su lugar "regalarán" casas de lata a los damnificados.
Habrá otros políticos que harán demagogia de la desgracia ajena con el único objetivo de conseguir sentarse en la poltrona del gobierno.
Irán pasando los días y poco a poco, las cosas volverán a la normalidad. Cuando esto pase, comprobaréis que el gobierno os pedirá algo del dinero dado. Por ejemplo: pedir el pago de un alquiler a los que viven en las casas de lata, pedir devolución de ayudas a los agricultores, demoras en los procesos de reconstrucción. Clasificación de los afectados como si fuesen "afectados de primera" o "afectados de segunda" y, en el peor de los casos, a las personas que ya sufrían precariedad económica desde antes de la catástrofe, se les pedirá la devolución del Ingreso Mínimo Vital, como en mi caso, por ejemplo, que por trabajar con dos "contratitos temporales" en los peores momentos de la pandemia y en los peores momentos de la erupción del volcán, ahora, me reclaman una deuda de 1.174€ cuyo origen se remonta al año 2021.
Compañeros y compañeras de Valencia: mucha, mucha fuerza 💪.
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