Malvendiendo nuestros recursos naturales procedentes del Volcán de La Palma

 



Recientemente ha salido publicado en prensa local, un artículo que dice: "La Palma planea exportar ceniza como fertilizante y encargar vivienda pública a cambio de este recurso". Esto lo podrían decir nuestros políticos gobernantes si esta idea se hubiese votado en participación ciudadana, entonces englobaría a todos los palmeros. Pero esta no es la realidad. Desde el Cabildo de La Palma se ha tomado esta decisión, que no es del pueblo, sino una decisión política que planea exportar la ceniza a otros países, como Oriente Medio. Hay una constructora, de la que no se ha revelado el nombre, que es quien va a recibir la ceniza a cambio de fabricar vivienda pública. Recordemos que antes de la erupción del Cumbre Vieja, ya había personas sin hogar en esta isla, incluso viviendo en cuevas. Hace más de 15 años que no se fabrican viviendas de Protección Oficial y cuando las han fabricado, son tan poquitas que solamente las entregan a unos pocos, mientras tanto, los que no teníamos nada antes de la catástrofe, seguiremos igual o peor. 

Recordemos que el volcán expulsó más de 159 millones de metros cúbicos de lava. Lo que llamamos ceniza volcánica, nos es, ni más ni menos que roca triturada, es decir, arena de playa de color negro o gris oscuro.

Los investigadores del Instituto de Micro y Nanotecnología del CSIC analizaron la composición química de la lava y encontraron éstos materiales: cristal de olivino, oxígeno, silicio, hierro, carbono, calcio, aluminio, sodio, magnesio, titanio y potasio. También han encontrado diópsidos, augitas, forasteritas y perovskitas (y tal vez alguno más que no se habrá hecho público). Es decir, la propia ceniza volcánica sirve para la construcción de las viviendas perdidas. Y aquí se habla solamente de construir las 100 casas para los que viven en latas a cambio de regalar ceniza que sirve como abono de cultivos. Con toda esta ceniza se podrían construir viviendas de protección oficial, paneles solares y más cosas para quienes ya vivían en situación precaria desde antes de la erupción y no lo hacen.

De nuevo, alguien se forrará o se estará forrando a costa de la desgracia humana.

Mientras tanto, los que, en su momento, arrimamos el hombro en las tareas de limpieza y recogida de cenizas, a cambio de unos contratitos de trabajo temporal precario, ahora recibimos cartas de reclamación de cobros indebidos del Ingreso Mínimo Vital que nos ha dejado en una situación peor que si no hubiésemos dado un palo al agua.

En el siguiente enlace podréis leer los hallazgos de los Investigadores del Instituto de Micro y Nanotecnología del CSIC en la lava del volcán de La Palma.


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